viernes, 17 de abril de 2015

Los pequeños tiranos

En cierto sentido podríamos decir que, hasta cierto punto, es tremendamente fácil hacer que un niño se convierta en tirano, ya que tan sólo se debe seguir una pauta sencilla: consentírselo absolutamente todo.

Y es que el “todo vale” puede llegar a crear niños tiranos, cuyo origen viene a ser la ausencia de límites educativos y de figuras que representen una mínima o poquísima autoridad.
Generalmente esto se produce porque los padres suelen temer ser firmes por diversas malas experiencias durante su propia educación familiar, por abuelos u otras personas responsables de la educación del mes que mantienen una actitud más laxa a la hora de establecer una disciplina, o bien por aquellos padres que consideran al niño “especial”.

¿Cómo es el niño tirano?
El niño tirano se caracteriza por ser principalmente un niño muy caprichoso, que tiende a molestar a los demas pero que, sin embargo, no soporta que le molesten.
Tiende a mostrar una baja tolerancia a la frustración, a la vez que es sumamente egoísta y egocéntrico, de tal manera que exige sus derechos pero importándole poco los de los demás.
También tiende a atemorizar a los padres mediante pataletas (en el caso de que sea un menor), o bien amenaza con fugarse en caso de ser adolescente.

¿Cómo evitar que nuestro hijo se convierta en un niño tirano?
Una de las mejores formas de evitar que nuestro hijo/a se convierta en un niño tirano es demostrar firmeza a la hora de educarlo, a la vez que exigimos exigencia.
Los niños necesitan ciertos límites para no ser tiranos, y porque, sobretodo, conseguiremos que se sientan más seguros y queridos.





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