domingo, 7 de octubre de 2012

Preguntas frecuentes que nos hacen a los psicólogos


En esta entrada voy a exponer las preguntas más frecuentes que les surgen a mis clientes cuando se están planteando ir a un psicólogo. Espero os sirvan de ayuda y resuelvan vuestras dudas.

-¿Una terapia es siempre larga?
Una terapia no necesariamente tiene que ser larga. Dependerá de muchos factores, como el tipo de problema o si hay más de uno, el tiempo que hace que se mantiene, la confianza en el cambio, la confianza en la psicología, la capacidad de introspección y  la implicación de la persona en la terapia, entre otros.
Pueden haber muchos motivos de consulta. Algunos pueden ser dudas puntuales en algún tema (ej: laboral o de pareja) que con muy pocas sesiones se pueden resolver. Otros pueden formar parte de un trastorno psicopatológico y entonces su tratamiento puede ser largo.
Cuando decimos “largo” no nos referimos a una cuestión de años sino que con unos meses puede quedar resuelto.

- ¿Cuántas veces tengo que ir?
El número de sesiones de penderá de muchos factores. La mayoría los hemos comentado en la primera pregunta.
Normalmente hacemos una sesión a la semana durante el proceso de evaluación. En la fase de terapia dependerá de la interferencia del problema en la vida del paciente para aconsejar una sesión semanal o quincenal. En el 80% de los casos las sesiones son semanales.


- ¿Cuánto dura una sesión?
La duración de una sesión, tanto de evaluación como de tratamiento, es de una hora.

- ¿Sólo hablo yo en la terapia? 
En general se establece un diálogo, pero dependerá de la problemática y de las características del paciente. En las sesiones de evaluación habla más el paciente y en el resto puede haber muchas sesiones donde el psicólogo interviene más que el paciente.

- ¿Es normal tener vergüenza por ir al psicólogo?
Es muy habitual. La mayoría de personas evitan ir al psicólogo a pesar de necesitarlo, ya que aún hay muchos prejuicios sociales. Aún está mal visto ir al psicólogo y mucha gente no explica que acude. En las primeras sesiones muchas personas están nerviosas porque sienten vergüenza por los motivos de consulta y por no ser capaces de resolverlos. Son errores importantes que se han de afrontar. Es importante  plantar cara a los tabúes, aceptar la vergüenza y romper el hielo viniendo a la primera visita. La confianza con el psicólogo eliminará la vergüenza y la ansiedad en las siguientes visitas.

- ¿Sólo se habla del pasado y de los traumas?
En nuestra orientación no trabajamos exclusivamente en el pasado, sino en el presente y el futuro. A pesar de esto necesitamos evaluar muchos aspectos del pasado para entender pensamientos, emociones y conductas del presente y así poder modificarlas haciéndolas más adaptativas.
No es necesario que hayamos sufrido traumas para tener problemas psicológicos.

- ¿Qué quiere decir orientación cognitivo-conductual?
Es nuestra orientación fundamental dentro de la psicología. Parte del supuesto que los pensamientos son la base de nuestras emociones y conductas. Interviniendo en las creencias o en los esquemas cognitivos, podremos reducir mucho el sufrimiento y las problemáticas.
Esta orientación es una de las que muestra más eficacia en la mayoría de problemas psicológicos.

- ¿Cuántas tendencias hay en la psicología?
La cognitivo-conductual, la Gestalt (o humanista), la terapia breve estratégica y las nuevas tendencias del psicoanálisis.

- ¿Cuál es la más adecuada?
Dependerá del problema que se tenga y de las características de la persona. Nosotros creemos que lo más importante es que el psicólogo sea un buen profesional porque entonces la mayoría de tendencias son adecuadas. Defendemos la cognitivo-conductual ya que es la que para nosotros nos resulta más eficaz.

- ¿Las personas podemos cambiar?
Las personas podemos cambiar si queremos y lo intentamos con perseverancia. 

- ¿“Somos así” por genética o por aprendizaje?
Es la gran pregunta, una de las más frecuentes. Hay muchos aspectos genéticos, pero a pesar de eso, la psicología aporta estrategias para evitarlos y evitar que interfieran.
La mayoría de aspectos o rasgos de personalidad los hemos ido adquiriendo a través de la experiencia y de la inculcación de nuestra familia, amistades, entorno y cultura. Por lo tanto, creemos que somos una suma de hábitos adquiridos de pensamientos, emociones y conductas que interaccionan con los genéticos. Entonces, podemos desaprender los que nos perjudican y aprender de nuevos y más saludables. 

- ¿Pueden haber recaídas?
Sí que se puede volver a recaer si la persona no ha automatizado y aprendido las estrategias enseñadas o si deja de practicarlas hasta que queden del todo fijadas.

- ¿Qué diferencia hay entre un psicólogo y un psiquiatra?
La principal diferencia es que el psicólogo no puede recetar porque no es médico y el psiquiatra en cambio, sí. El psicólogo suele ser más experto en las terapias ante los trastornos mentales no severos. Mientras el psicólogo utiliza el diálogo y la reestructuración, el psiquiatra suele utilizar más la medicación para provocar la mejoría.

- ¿He de tomar medicación?
Dependerá del grado de severidad o intensidad del problema o problemas. En caso necesario, damos consejo sobre este aspecto y les derivamos a la persona adecuada.

- ¿ La terapia me puede cambiar la personalidad y hacerme ser diferente?
La terapia intenta cambiar los aspectos que la persona quiere y lucha por ellos, pero no cambia la estructura de la personalidad, ya que éste no es el objetivo de la persona ni de la terapia.

-¿Siempre tendré el mismo psicólogo?
Sí, esto es crucial. Sólo se podría producir un cambio de psicólogo en caso de que el paciente lo solicitara.

-  Cuando una pareja va al psicólogo, ¿sirve de algo?
Es verdad que la mayor parte de parejas que acuden a la consulta para seguir una terapia de pareja están muy deterioradas. Acuden, a veces, demasiado tarde. Por eso tenemos un porcentaje elevado de separaciones a pesar de haber realizado la evaluación o terapia psicológica ( como en cualquier otro centro). Todo y eso, las personas se convencen de la separación y ayudamos a realizarla. En otros casos y gracias a la terapia de pareja, esta mejora sus incompatibilidades y su estado de ánimo y sale reforzada con mucho bienestar.
Para nosotros el éxito terapéutico consiste en que las personas sean felices y tengan calidad de vida. Por eso aconsejamos la lucha por salvar la relación en algunos casos y la separación en otros. Siempre después de un proceso intenso de evaluación y objetividad por parte del psicólogo de pareja.







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